14.3.08

La vida en movimiento




Pasan cosas, cada día, pero la vida no se detiene. No hace ningún stop. Permanece en un latido constante.

La vida no sabe de paradas ni destinos. Somos nosotros los invitados, los pasajeros finitos, los que andamos de paseo. Y aun así la vida tampoco desaparece cuando se terminó la hora de la visita, sino que se transforma para recibirnos en otros planos, con nuevas formas.

¿Cómo hacemos durante el momento que nos toca, para imprimir nuestra singular presencia?

La vida no se detiene nunca. Nosotros si. Esa parada es nuestra oportunidad para vernos.

Natalia



Cuéntate a ti mismo tu propia historia. Y quémala en cuanto la hayas
escrito. No seas nunca de tal forma que no pudieras ser también de
otra manera. Acuérdate de tu futuro y camina hacia tu infancia. Y no
le preguntes quién eres al que sabe la respuesta, ni siquiera a esa
parte de ti mismo que sabe la respuesta, porque la respuesta podría
matar la intensidad de la pregunta y lo que tiembla en esa intensidad. tú mismo la pregunta. (Larrosa, 2000:43)

No hay comentarios: