22.11.08
"Siempre llegamos adonde nos esperan".
(El viaje del elefante, José Saramago)
¿Será así de cierto?
¿cada destino es un lugar donde posamos nuestra humanidad en la geografía que de alguna forma nos espera? ¿Y si nadie nos esperase nunca y vagáramos hasta desaparecer?
¿Qué sería de nuestro cuerpo escrito y la voz antigua?
¿A quien le reclamaríamos el puesto que tal vez otro ocupó por desesperación?
Quizá haya un orden cósmico, quizá no y estemos aferrados a tanta idea, imagen, objetos que de pronto serán de otros y así hasta desaparecer. O tal vez detrás de cada puerta, aunque sean direcciones desconocidas, diferentes, nos esté esperando un gesto de bienvenida.
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